Y aunque en los siguientes años no ganó la Copa América, siguió demostrando supremacía a nivel continental, pero no encontraba una adecuada organización interna como para plasmar ese potencial futbolístico en Copas del Mundo. Su hasta entonces asistente, Tim Sherwood, fue confirmado como nuevo máximo responsable del primer equipo hasta 2015 después de una jornada a prueba. El torneo fue también el primer campeonato oficial que jugó Maradona en un equipo nacional.