Al final del partido, la albiceleste se convertía en una de las favoritas para ganar el torneo, debido al estilo de juego de ataque mostrado por el escuadrón (jugando con cuatro delanteros), la cantidad de goles anotados, y las buenas actuaciones de algunos de sus jugadores como Redondo, Caniggia, Batistuta, e incluso el envejecido Maradona, que se veía en gran forma y había marcado una joya de gol. En la fase final, la selección alcanzó un gran 3-2 sobre su némesis Brasil, después empató 0-0 con Chile, y derrotó a Colombia 2-1 en el último partido, alzándose con el título debido a los 5 puntos que conquistó.