Sin embargo, las derrotas ante los equipos punteros pesaron y, al recibir una severa goleada a manos del Liverpool (0-5) que dejaba al Tottenham en 7º lugar después de 16 partidos en el campeonato, André Villas-Boas fue cesado como entrenador. Pese a los oficios de Roma, para que la Argentina envíe a una escuadra competitiva, esto no sucedió. En el Estadio Giuseppe Meazza, cayó por 2-0 forzando un partido desempate que se disputó en el mítico Estadio Santiago Bernabeu de Madrid.